Este Anfibio lo pude fotografiar en el pueblo de Sebúlcor, gracias a la ayuda del señor Tomas Hernández, que desde aquí quiero agradecerle su paciencia y el hecho de haberle encontrado.
Con este Sapo Corredor, inicio nueva sección “ANFIBIOS”.
Esta especie está ampliamente
distribuida en Europa desde la Península Ibérica hasta Bielorrusia y el oeste
de Ucrania. Está presente en el Reino Unido y el suroeste de Irlanda, llegando
al sur de Suecia, mientras que el borde sur corre al pie de los Alpes y el
norte de Austria y Eslovaquia. Presente en la mayor parte de la Península y en
todas las provincias españolas, faltan citas en la región cantábrica y algunas
áreas del interior.
Acorde con su amplia distribución, puede ocupar multitud de
hábitats, desde zonas costeras o zonas áridas hasta zonas húmedas y montañosas
por encima de los 2.500 m
de altitud. También coloniza áreas con fuerte influencia antrópica como
cultivos y graveras. Su reducido periodo larvario le permite explotar charcas temporales
someras de muy distinto tamaño, desde grandes praderas de inundación hasta
cuerpos de agua efímeros formados en las cunetas de los caminos o incluso en
rodadas de vehículos. Cría preferentemente en cuerpos de agua dulce pero
soporta condiciones salobres, y existen poblaciones en el sur de Córdoba
adaptadas a tolerar hasta 9-10 ppt durante la fase embrionaria y hasta
aproximadamente 18 ppt durante la fase
larvaria. Las larvas toleran también un amplio rango de temperaturas (6 - 43
˚C) y de pH (5 - 9).
Los adultos son carnívoros y se alimentan de fundamentalmente de
artrópodos: formícidos, coleópteros (en su mayoría crisomélidos), larvas de
varios insectos, dermápteros, ortópteros, hemípteros, miriápodos y escorpiones.
Los renacuajos son predominantemente herbívoros, comiendo algas (perifiton) y
detritos, con escasa presencia de fanerógamas en su dieta. No obstante, los
renacuajos a menudo se observan carroñeando sobre renacuajos muertos, tanto de
su especie como de otras especies.
El
período reproductor no es continuo y está muy asociado con los episodios de
lluvia, pero existe variación latitudinal y altitudinal en la fenología
reproductiva de esta especie. En el sur peninsular, las primeras puestas pueden
encontrarse a continuación de las primeras lluvias de otoño, o al comienzo del
invierno, frecuentemente con un pico de reproducción entre enero y comienzos de
marzo. Con el incremento en latitud o altitud la fecha de puesta se retrasa
hasta bien entrada la primavera o incluso al comienzo del verano.
Tras episodios de lluvia, los machos acuden a las charcas con rapidez
y en muy poco tiempo (un par de días) pueden formarse grandes coros de machos
cantando. Los coros alcanzan el pico de actividad de 2 a 3 horas tras la puesta de
sol y se alargan hasta 2 – 3 horas antes de amanecer, en función de las
condiciones ambientales (temperatura y velocida del viento) y el tamaño del
coro. Los machos cantan desde la orilla o en zonas someras, en postura erguida.
El canto es un ‘criiii criiiii criiiii’ que recuerda al de un grillo pero más
prolongado. Su estructura es de llamadas simples de 0 - 40 a 0 – 80 s de duración y 1.200
– 1.830 Hz de frecuencia fundamental, con 11 a 27 pulsos de 12 a 28 ms de duración
individual. Pueden emitir unos 49 cantos / min con intervalos de silencio de 0,25 s. Estas características varían
entre localidades a lo largo de su distribución.
Debido
a su preferencia por ambientes temporales para su reproducción, E. calamita
a menudo interacciona con un menor número de especies que las presentes en
ambientes de más larga duración. Aún así, las fases embrionaria y larvaria
sufren depredación tanto por vertebrados como por invertebrados acuáticos,
principalmente escarabajos, larvas de libélula y fases acuáticas de otros
anfibios. Ocasionalmente otros vertebrados como culebras de agua, aves y
galápagos pueden depredar activamente sobre estos renacuajos. Se ha discutido
sobre la presunta impalatabilidad de esta especie, pero está claro que son
numerosos los depredadores vertebrados que no parecen intimidados por ella. En
cambio, es la gelatina que envuelve a los huevos puede constituir una barrera
protectora eficaz frente a algunos depredadores invertebrados.
Epidalea calamita experimenta también en ocasiones la
competencia interespecífica con Bufo bufo
y Rana temporaria, frente a los
cuales se encuentra en desventaja competitiva en parte debido a efectos de
prioridad debido a la fenología reproductiva de estas especies.
Las poblaciones presentan cierta estructura de edades, en la que los adultos
reproductores más jóvenes tienen entre 1,5 y 2 años, y la fracción de más edad
está sesgada a favor de las hembras, llegando a 10 y hasta 17 años. La razón de
sexos en las charcas de reproducción está muy sesgada hacia un gran número de
machos, pero fuera de la época de cría puede ser de 1,2-4:1.
Los machos defienden territorios acústicos durante la reproducción,
cuya área está positivamente correlacionada con el tamaño del macho. Es
frecuente observar peleas entre machos, y la incidencia de éstas depende de la
razón de sexos operativa. Algunos machos jóvenes adoptan estrategias de macho
satélite permaneciendo en silencio junto a machos cantando e intentando así
obtener amplexos con las hembras que se aproximen atraidas por el canto.
Paciencia tuvo el modelo para aguantarte toda la sesión...jajajaja
¡Que bonitas!
Tomás, una bella persona.