Mirada


Hay lugares donde uno siempre vuelve, lugares que se convierten en recurrentes motivos fotográficos. Es ahí donde el poder de la luz se hace más palpable, reinterpretando el paisaje a su antojo, dando sentido a las formas y texturas, haciendo que cada instante sea diferente. En esta ocasión os muestro un atardecer realizado en Fuentesauco de Fuentidueña, lugar en el que he pasado mi infancia, donde las grandes planicies de campos de castilla se dejan intuir y poder contemplar las puestas de sol es algo inolvidable.

2 Amigos dejaron su comentario.

  1. Estoy de acuerdo contigo, hay lugares a los que volvemos una y otra vez en busca de diferentes momentos y luces. Para mi los atardeceres son lo más, puede que sea porque no me gusta madrugar que si no tal vez lo serían los amaneceres. A veces me he sentido un tanto ridículo e incomprendido si había alguien conmigo a quien le daba igual que estuviese atardeciendo y que no entendía porque yo me quedaba tan absorto.
    Preciosa foto, Santi ¿hiciste más tomas hasta que te quedaste sin luz?
    Saludos.

  2. Muchas gracias por vuestros comentarios. El de Javier no se refleja en el blogs pero es agradecido igualmente.
    Contestando a Uge, sí es cierto que en las puestas de sol, una vez que éste se ha perdido en el horizonte, es cuando el cielo se torna más espectacular; pero en este caso no ocurrió, y las fotos posteriores no merecieron importancia.
    Un saludo

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