Hay
situaciones en las que nos encontramos con personas que se sienten bien, que
disfrutan con lo que hacen y están orgullosos de donde viven.
Es
en esos lugares y en esos momentos, frente a ese mar inmenso, donde el devenir
incesante de las olas parece adsorber los pensamientos, donde la soledad no
tiene sentido y la calma se instaura dentro de uno, donde despojarse de lo
superfluo es sencillo y sentir brotar lo más bello es necesario.
Gracias
a esas personas que como Ángel, este pescador, nos dan una lección de
humanidad.
GRACIAS.
Precioso cielo Santi, muy buena composición. Le mandarás una copia a Ángel, ¿no? Seguro que la pondrá en un lugar muy especial.
¿Es de la cosecha de estas vacaciones? Pues queremos más.
Me sumo a Uge, queremos más....a mí también me gusta el cielo, una pasada y sobre todo los reflejos de ese cielo en la arena mojada.
Yo el Esca,debo decir que es una imagen preciosa,pero sin quitar ningún valor a la imagen, me quedo con el texto,esa mirada perdida del pescador Angel al infinito océano para nuestra vista,nos hace pequeños,algo menos egocentristas,nos sobrecoge y no nos queda otra que mirar en ese océano aun tan grande como este,que es nuestro interior,navegamos por él y a menudo está lleno de tormentas,que no nos llevan a ningún puerto,
pero que seguimos remando contra corriente hasta que un día nos dejamos mecer por las olas y entonces disfrutamos de lo que realmente importa,la vida,