Mirada


Este fin de semana, he podido disfrutar como hacía tiempo que no lo hacía con esta ave, único representante europeo de un orden de aves tropicales.
No tenía ningún tipo de experiencia, y el total desconocimiento de sus costumbres, me  obligó a hacer un seguimiento previo, pudiendo constatar y aprender de estas bellísimas aves. Deduje cual era el macho, porque uno de ellos no colaboraba en la ceba de las crías, acercándose sólo al nido para defenderlo de posibles depredadores y comprobar que la prole no ha sufrido daño alguno. Pude presenciar como se enfrentaba y atacaba a una Urraca que se acercó demasiado al nido, que está construido a un palmo del suelo, al pie de un montón de piedras. Os puedo asegurar que he sido lo más respetuoso posible con su prole y el entorno que lo rodea.
Una bella experiencia, que sin duda es mucho más grata, después de conseguir estas fotos que superan con creces mis expectativas.


ABUBILLA
El nombre de la Abubilla, esta ave bella y curiosa a la vez, es onomatopéyico, transcripción en diminutivo de su canto «bub-bub-bub». Con un moño de grandes plumas flameantes, con puntas negras, que despliega en la excitación del cortejo, también esta provista de un pico largo, curvado, con el cual perfora la tierra en busca de gusanos y larvas de insectos. En vuelo, sus anchas alas redondeadas, que bate irregularmente, le otorgan el aspecto de una gigantesca mariposa. En tierra su marcha es elegante, tanto si camina agitando la cabeza como si trota ligeramente.
Falta por decir que la Abubilla pasa por ser un ave sucia, a causa de su nido maloliente, situado generalmente en el agujero de un árbol. Al final de la cría de los pollos es cuando el nido desprende un olor tan nauseabundo, por lo que es fácil descubrirlo. Se ha acusado a la Abubilla de negligencia, pero esto no es cierto. Bien es verdad que en el fondo del estrecho agujero, que los padres se esfuerzan por mantener limpio, pueden quedar restos de comida y deyecciones, pero en realidad lo que causa este olor desagradable es una secreción de la «glándula del obispillo» de los pollos.

Identificación: Plumaje pardo-rosado; en vuelo alas y cola blancas y negras, muy anchas; moño rosado, con puntas negras y largo pico curvado; sexos iguales.
Nidificación: Cría en agujeros de árboles o paredes, o en cajas anideras; usualmente no lleva material al nido, pero acumula desechos; puesta, en abril-junio, de 5 a 8 huevos gris claro a crema; incubación, 18 días, sólo por la hembra; los pollos, alimentados por ambos padres, abandonan el nido a las 3 ó 4 semanas; a veces dos crías.
Alimentación: Principalmente larvas de escarabajos, saltamontes, langostas, mariposas, hormigas, ciempiés, moscas, algunas arañas, escolopendras, ácaros, lombrices.
Hábitats: Parques y jardines








Un amigo dejó su comentario.

  1. Felicidades Santi, te has marcado unas fotos de lujo, con todo tipo de poses, con unos fondos muy buenos.
    Me gusta mucho la penúltima, ese fondo semidesenfocado nos permite ver el hábitat en el que se mueve esta bella ave, además de que la has captado en plena acción.
    Buena entrada.

Con tus comentarios aprendemos todos, no te cortes, dime lo que opinas de mis fotos.