Mirada


Hola de nuevo: Después de dos meses, en los cuales el que más o el que menos habrá disfrutado de unas merecidas vacaciones, volver a la rutina cuesta, y para hacerlo más llevadero, que mejor manera que recordar los mejores momentos pasados durante estas vacaciones, con la esperanza de volverles a repetir lo antes posible.
La casualidad hizo que llegara a mí este texto que me sobrecogió y quizás sea la mejor manera de expresar lo que siento. Me gustaría compartirlo con vosotros al igual que las fotos de las vacaciones que iré colgando en diferentes entradas. Ahora os dejo estos amaneceres de “una estrella de la mañana”.

“Nadie puede ser un observador sabio e imparcial de la raza humana sino se encuentra en la ventajosa posición de lo que deberíamos llamar pobreza voluntaria. ¿Cuál es la razón por la cual el hombre se ha arraigado a la tierra, sino para poder elevarse hacia los cielos en la misma proporción? El hombre que no cree, que cada día contiene una hora más temprana, más sagrada, y rosada que la que él ya ha profanado, ha desesperado de la vida, y está avanzando por un camino descendente y oscuro. La más elevada de las artes consiste en alterar la calidad del día. Todo hombre tiene como tarea hacer su vida digna, hasta en sus menores detalles, de la contemplación de su obra más elevada y crítica. En la eternidad, hay realmente algo verdadero y sublime, pero todos esos tiempos y lugares, en ocasiones existen ahora y aquí. El mismo dios culmina en el momento presente y nunca en el lapso de todas las edades. Será más divino y podemos percibir todo lo que es sublime y noble, tan solo por la perpetua inspiración e instilación de la realidad que nos rodea. El universo responde a nuestras concepciones, constante y obediente. Ya sea que viajemos con rapidez o lentitud, el camino está abierto para nosotros, por lo tanto, dediquemos nuestra vida a concebirlo. El tiempo sólo es el río en el que voy a pescar, bebo en él, pero mientras bebo, veo el lecho arenoso, y descubro cual superficial es. Su fina corriente se desliza a lo lejos, pero la eternidad permanece. Por menguada que sea tu vida, enfréntala y vívela, no la esquives, ni la apliques rudos apelativos, no te intereses mucho en conseguir cosas nuevas, las cosas no varían, nosotros sí. La humildad, como la oscuridad, revela las luces del cielo. La luz que enceguece nuestros ojos es oscuridad para nosotros, sólo alborea el día para el cual estamos despiertos. Hay aún muchos días por amanecer. El sol no es sino una estrella de la mañana.”
                Fragmento de “Walden” de  Henry David Thoreau
 





2 Amigos dejaron su comentario.

  1. Hola Santi, otra vez por aquí, delicia para la vista.
    Buena serie te has traido del norte, me gusta la última, esos reflejos en la arena son un deleite, una perfetca simetria rota por las olas.

    En las dos primeras me gusta el que metieras a las personas, nos da idea del tamaño del paisaje pero no me acaba de convencer la posición de ellos, les has pillado en la zona de sombra y no se les aprecia bien, quizá un poco más cercanos a tí y en la zona de las luces...pero claro, están donde están.

    Un saludo y hasta la próxima entrega.

  2. Muchas gracias por pasarte. A mí también me gusta mucho la última. Las dos primeras me gustan por la atmósfera, por el momento mágico que tiene todo amanecer y aunque los personajes estén lejos, no eran conscientes de que les estaba incluyendo en la foto, por lo que la naturalidad del momento me gusta. Desde un principio intenté centrarme en el espacio y dar más importancia ala plenitud del momento en toda su grandeza.
    Me alegro que te gusten, un saludo.

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